Antes de viajar a Marruecos leímos muchas advertencias que, por suerte, no nos fueron útiles, de hecho todo resultó mucho más fácil de lo esperado. El taxista que nos llevó desde la estación de buses hasta el hotel se comunicó con ellos para que fueran a buscarnos a la entrada de la medina. Caminamos por una especie de túnel, antes de llegar al imponente hall de ingreso de nuestro Riad Boutique Borj Dhab Fez. Una vez instalados, con ayuda del personal del hotel y mapa en mano, salimos a caminar la famosa Medina de Fez el-Bali, que tiene más de 9.000 calles y callejones. La Medina es la ciudad árabe antigua, alrededor de la cual se construyó una muralla y que concentra la típica vida comercial marroquí, lo que los occidentales comúnmente llamamos casco histórico.
☆ Tips: Existen dos arterias principales que se pueden tomar como referencia y te permiten recorrer la medina de ida y de vuelta sin perderte, simplemente leyendo los carteles indicadores. Los nombres de las calles son Talaa Kebira y Talaa Seghira y ambas comienzan desde Bab Bou Jeloud ☆
Bab Bou Jeloud, también conocida como “puerta azul”
☆ Tips: “Bab” significa “puerta” en árabe. Las diferentes puertas de acceso a Las Medinas marroquíes sirven como punto de referencia a la hora recorrer sus callejuelas ☆
Empezamos siguiendo las calles indicadas, los carteles a veces están a simple vista y a veces no, nos perdimos más de una vez y otras caminamos en círculos, pero perderse es parte esencial de un viaje, de qué modo si no encontraríamos lo inesperado. Sentimos aromas increíbles y otros no tanto, y nos empapamos con la vida de los artesanos y vendedores marroquíes. Nuestros recuerdos son aromas, colores, frutas, quesos, especias, artesanías de cuero, de cerámica, de metales, joyas…toda una experiencia sensorial.
Local de venta de pescados y mariscos.
Artesanos trabajando con cobre en las calles.
Los distintos zocos de la ciudad imperial de Fez forman un mercado gigantecon galerías techadas con madera y espacios al aire libre, donde se entremezcla la oferta de los más variados y exóticos productos. La atmósfera vibrante de los vendedores, clientes, animales de carga y motos que circulan entre sus pasillos, es una experiencia que para algunos viajeros resulta abrumadora. En nuestro caso, cada imagen y cada aroma nos hizo sentir un poquito más cerca de la cultura árabe.
☆ Tips: Un zoco es un mercado, y en Fez se dividen según el tipo de producto que comercializan. Así podemos encontrar, entre los más famosos, el Zoco de la Henna, Zoco Attarine, Zoco Nejjarine, Zoco Sekkatine, Zoco Bellagine y Zoco Chemainne ☆
Casi sin esfuerzo, el recorrido nos llevó a conocer, desde la puerta en algunas ocasiones, la Mezquita Al Karaouine, las madrasas o medersasAl-Attariney Cherratine (escuelas religiosas), así como el impactante Mausoleo (Zaouia) de Mulay Idrís II.
Una caminata en La Medina no está completa sin visitar la zona de los curtidores, que cuenta con cuatro plazas, pero la más conocida de ellas es la de la curtiduría Chouwara. Es una experiencia única, repleta de colores y aromas, donde pudimos observar las técnicas con las que trabajan la piel de animales para convertirla en cueros de variados tintes. Hemos leído recomendaciones de toda clase al respecto de comprar o no comprar, y creemos que toda experiencia es subjetiva, y podemos dejarnos llevar con lo que nos surja en el momento.
Galería techada dentro del zoco
Si nos preguntan si sentimos inseguridad, la respuesta es nunca! Si hablamos de los vendedores, sólo podemos decir que fue un placer regatear con ellos.
Caminen sin prejuicios, abran la mirada y sientan su cultura que viajar siempre es un desafío para nuestra mente y nuestra alma.