Diciembre del 2017. En Buenos Aires el calorcito se empieza a sentir, la mente y el cuerpo abatidos por el desgaste de un año intenso empiezan a pedir tregua… llegó la hora de arrancar un nuevo viaje con destino a Egipto!.
En los meses previos, estuvimos pensando y buscando hasta el hastío la mejor manera de materializar ese eterno sueño de viajar a Egipto (Naty cuenta que desde niña soñaba con las pirámides). Repletos de preguntas y sin certeza alguna, la decisión de ir comienza a materializarse y así empezamos a construir nuestra historia en este bello país.
Como en toda búsqueda, el inicio es bastante clásico, consultas en agencias de viaje que ofrecen el sueño enlatado a precios más elevados que nuestro presupuesto, noches de insomnio leyendo experiencias de viajeros, recorriendo sus fotos y sus itinerarios, hurgando en guías especializadas, todos pasos que terminan encendiendo con mayor intensidad la llama del viaje. Así fue como compramos el vuelo, haciendo un primer tramo, Buenos Aires – Roma, en donde pasamos unos días, y luego Roma – El Cairo.
Una de las tantas preguntas que nos hacíamos (y que suele preocupar en general a los viajeros) es el tema de la inseguridad, terrorismo, etc. Hemos descubierto también en este recorrido que Egipto es enorme y con millones de habitantes, en donde, siendo un país mayormente musulmán, conviven perfectamente las diversas religiones que allí se profesan. Nunca sentimos inseguridad de ningún tipo y nuestra experiencia fue muy enriquecedora en ese aspecto. No tengan miedos de ese tipo, Egipto es un país amigable.
En una de esas tantas búsquedas a las que referíamos al principio, encontramos un nombre: “Mostafa”, el mismo se repetía por todos lados. Casi todos hablaban de lo maravilloso que fue el encuentro con él para recorrer Egipto. Nos contactamos con él y lo que más nos cerró fue la flexibilidad con que pudimos elegir el itinerario, sobre todo, porque somos partidarios de viajar por libre y armar todo con una agencia o proveedor turístico siempre nos resultó una experiencia con muchas restricciones y carente de nuestra propia impronta.
Contrariamente a todos nuestros prejuicios en ese sentido, todo fue rapidísimo. Pudimos hacer miles de preguntas que fueron respondidas en detalle y con toda la paciencia del mundo. Fue muy simple ponernos de acuerdo y poder armar el itinerario que se adecuara a nuestros deseos y expectativas. El precio de sus servicios fue excelente y no queremos dejar de destacar la confianza que nos tuvieron para hacer una reserva simbólica y saldar el pago a nuestra llegada, y a la vez, la tranquilidad que sentimos para viajar sin ninguna duda o temor.
Detalles como llegar al aeropuerto internacional de El Cairo y que te esperen con flores, dulces y una sonrisa, hacen que te sientas como en tu casa desde el primer instante. En Giza fue nuestra primera conexión tangible con Egipto. Entrar a tu habitación de hotel, descorrer las cortinas y encontrarte con una vista extraordinaria a las Pirámides es un momento indisoluble, se queda en la retina grabado para siempre, marcado a fuego en el alma, es sentir esa arrolladora sensación de satisfacción del sueño que comienza a cumplirse, todo tiene sentido.
En nuestro caso, saber que teníamos a ese amigo en El Cairo, que está pensando en los mínimos detalles para que podamos pasar 12 días y 12 noches de ensueño, no tuvo precio, fue sin dudas el salto de calidad que trascendió todo lo que habíamos planeado y superó, por demás, nuestras expectativas. Como bien dice la frase “Los pequeños detalles son vitales. Las pequeñas cosas hacen que las grandes cosas sucedan”.
¿Ir con guía o por libre? Esa pregunta para nosotros fue más fácil, nos encanta siempre viajar por libre, porque el precio es menor y porque la libertad de movimientos es de lo más preciado con lo que podemos contar para explorar los destinos del modo más adecuado para nosotros. Pero es justo decir que, en este caso, el poder participar en el itinerario, poder incluso decidir espontáneamente nuevos lugares a recorrer o transformar los recorridos, poder decir si estás cómodo o no en el hotel que te tocó y un montón de libertades que Mostafa te garantiza, hicieron que nos inclináramos por la comodidad de viajar de la mano de este maravilloso grupo de gente que no funciona con las estructuras viejas y arcaicas de las agencias de viajes tradicionales, sino que ofrecen un trato amigo y consciente de las necesidades de cada viajero.
Egipto se siente con el cuerpo y el alma, su historia nos atraviesa y transporta, sus conocimientos se encuentran plasmados en paredes y techos, anunciandónos que todo lo que vino después nació de la maravillosa cultura faraónica.
Si tenés la posibilidad de conocer estas tierras, no lo dudes, tu alma te lo va a agradecer.
Pueden leer aquí nuestro primer itinerario por Egipto durante 12 días!