Viajar siempre nos llena de adrenalina, ansiedades, dudas, pero tener un pasaje en tiempos de Covid potencia todas esas sensaciones.
En noviembre del 2020, cuando nuestro país empezó a tener menos casos de Covid y la llegada de la vacuna estaba cerca, decidimos plasmar nuestras ganas de viajar comprando pasajes para el anhelado y lejano septiembre del año próximo. Tuvimos momentos de profundo optimismo ante la situación mundial y seguimos organizando recorridos y eligiendo hoteles. El optimismo, las olas de casos, los cierres y aperturas de fronteras, el pasaporte Covid, y la espera del segundo turno de la vacuna nos hicieron vivir una montaña rusa de emociones.
Llegamos a desear que nos posterguen el viaje, y de hecho, intentamos hacerlo también, durantes cuatro días llamamos por teléfono y probamos todos los cambios de itinerarios y fechas posibles intentando que el costo de la reprogramación sea un número razonable. Así, sin querer queriendo, 3 semanas antes de la fecha del vuelo nos dimos cuenta que íbamos a viajar!.
La pandemia nos enseñó que todo puede cambiar en un minuto y que hay que ser flexibles para sobrellevar lo que nos toca. Por suerte, sólo tuvimos que adaptarnos a volver a soñar con los lugares increíbles que estamos por conocer!
Hay una frase que dice “Cuando nada es seguro, TODO es posible!” así que allá vamos Estambul.