El desierto de Wadi Rum en Jordania, también conocido como Valle de la Luna, se encuentra a 4 horas de Amman, y es un lugar soñado para pasar una noche en el desierto.
El camino para llegar al campamento nos fue llevando por paisajes rojizos, mientras el sol comenzaba a caer, y nuestros ojos se adaptaban a esta maravilla de la naturaleza.
La idea que teníamos sobre dormir en una carpa se esfumó en el instante que giramos la manivela para descubrir un techo de vidrio justo sobre nuestra cama. Dormir bajo las estrellas fue una experiencia de lujo!.
Quizás lo primero que hicimos fue coordinar el tour en 4×4 al amanecer. Después de degustar la cocina jordana y beduina y admirar las estrellas, que poco a poco, invadían el cielo e iluminaban el paisaje desértico, pusimos el despertador a las 4 de la mañana. Una Toyota manejada por un pibe de no más de 20 años, nos esperaba para recorrer un pedazo del territorio donde la leyenda de Laurence de Arabia hacía de las suyas.
Llegamos a lo alto de una montaña esperando que el sol empiece a despertarse, el silencio abrumador como música, la emoción de sentirnos únicos y el murmullo del beduino prendiendo el fuego para el té.
El sol al final salió de su guarida detrás de una dunas, dándonos su baño de energía y pintando de colores montañas y arenas, un lugar distinto y maravilloso en Medio Oriente. Mientras tomábamos el té, el muchachito chófer nos preguntaba sobre el futbol europeo y Messi, y anosotros en nuestro interior, sólo nos conmovía el recuerdo presente de un hermoso amanecer.
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